Para abordar con éxito un proyecto en materia de antifraude e integridad que dé cumplimiento a los requisitos normativos europeos y estatales, entendemos que se necesita aplicar una triple perspectiva que Daleph reúne en su propuesta de valor:
Perspectiva de gestión de fondos europeos: es imprescindible entender el abasto y finalidad que persiguen las instituciones europeas al fijar un sistema de gestión del ciclo antifraude para afinar su diseño.
Perspectiva de administración pública: es necesario conocer los modelos, protocolos e instrumentos aplicadas habitualmente en el sector público y no caer en una simple traslación de instrumentos de compliance propias del ámbito privado.
Comprensión del ecosistema público: con tal de fijar protocolos e instrumentos en un sistema de gestión efectivo y sostenible en un programa antifraude, es necesario partir de un buen conocimiento de la idiosincrasia normativa, organizativa y procedimental propia de la administración pública.